01 Dec La importancia de una alimentación sana y equilibrada
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 17,6 millones de niños menores de 5 años sufren obesidad. En España, un 43% de los niños de entre 6 y 9 años padecen sobrepeso u obesidad´.
Esta enfermedad puede comportar perjuicios en la edad adulta derivando en problemas de salud graves como enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares. Una alimentación correcta es determinante para evitar estos problemas de salud.
Equilibrio entre dieta sana y estilo de vida
La alimentación es fundamental para una vida sana, pero debe estar en relación con el ejercicio físico y la salud emocional según el doctor Hernández. “Es necesario adaptar la dieta al estilo de vida de cualquier persona”.
Las necesidades energéticas y nutricionales durante el crecimiento de los niños son elevadas debido al continuo desarrollo en el que se encuentran.
Los imprescindibles en la dieta de los más pequeños son: las proteínas, los hidratos de carbono, la fibra, las vitaminas y los minerales. Pero es necesario recordar que el valor energético de los alimentos puede variar en función de la forma en la que son preparados. Como técnica más adecuada se recomienda la cocción y por contra se deben evitar las frituras.
Otra de las recomendaciones de los expertos es realizar 5 comidas al día. Siendo el almuerzo y la merienda comidas fundamentales para los más pequeños.
La actitud de los padres
El estudio también concluye que los padres son poco críticos y reconocen que las verduras, el pescado y la fruta no tienen toda la presencia en la dieta de los niños como sería deseable.
Entendemos que la educación es también la base de una correcta nutrición. Por ello, el papel de la familia es imprescindible en el fomento de hábitos nutricionales y de vida saludables. Es recomendable organizar los horarios para que las comidas importantes se realicen con los hijos.
Por último, hay que recordar que no se debe presentar la comida como un premio o castigo, ya que de esta manera se transmiten mensajes erróneos sobre qué alimentos son buenos o malos, cuando todos deben estar incluidos en una dieta equilibrada.